lunes, 15 de julio de 2019

picabueyes piquigualdo

Cuando un ave se superespecializa, acaba haciendo cosas raras. Es el caso del picabueyes piquigualdo que se alimenta de los parásitos que medran sobre los grandes herbívoros, desde gacelas y cebras hasta rinocerontes e hipopótamos. Tanto es así que muy pocas veces (salvo para nidificar o dormir) se le ve en otro sitio que no sea la cabeza o el lomo de este tipo de animales. Su dieta consiste en insectos taaan simpáticos como garrapatas, piojos, pulgas y tábanos. Sin duda, hace un buen servicio a los herbívoros y, por su parte, teniendo el menú muy localizado, solo ha de conseguir arrancar a estos bichos tan agarrados, que no es poco mérito; de ahí ese pico grueso y fuerte. Pero, ya puestos a ser raro ¿porqué no ser también siniestro? Es bastante habitual que estos bondadosos desparasitadores se ceben en la sangre de las heridas e incluso alimenten a los pollos con pequeños trocitos de carne arrancadas de estas. Cuando le da por variar de dieta, puede tomar leche de los recipientes que los pastores dejen sin vigilar.

En general, los parques nacionales donde se protege a los herbívoros les han sido favorables y, en otros lugares, también se ha aficionado notoriamente a los burros y las vacas. A pesar de ello, está ausente en grandes zonas del continente negro y su presencia en varios países (Guinea, Namibia, Mozambique) es muy escasa.

Necesita huecos de árboles para anidar y por eso no frecuenta desiertos. Para sacar adelante a los recién llegados a la familia, la pareja cuenta con la ayuda de los hijos, ya mayores, de la pollada del año anterior; un sistema bastante exitoso de cría. Aun así, no se le puede considerar, más que a nivel local, un ave abundante. El picabueyes pigualdo tienen como pariente al otro único picabueyes del mundo, el piquirrojo (Buphagus erythrorhynchos), también africano y de hábitos muy similares.


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